Berberomeloe insignis



El insecto de aspecto curioso que os presento es conocido como Aceitera real o Carraleja, su nombre científico es Berberomeloe insignis (Charpentier, 1818). El nombre de aceitera le viene dado por su método de defensa que consiste en expulsar unas gotas de un líquido aceitoso de sabor desagradable cuando se le molesta. Son coleópteros de la familia Meloidae.

Es muy similar en aspecto al otro miembro de su género, Berberomeloe majalis (antiguamente era considerada una simple “variedad” de esta) de la que se diferencia fácilmente por su mayor tamaño, la ausencia de líneas rojas en el abdomen y la presencia de unas manchas rojas en las sienes. A nivel más detallado podemos diferenciarlos por la forma del pronoto y de las antenas.

El hecho de que fuese cuestionado su valor taxonómico se debió a la escasez de material para su estudio. No fue hasta 1.998 cuando se realizó una revisión del género y volvió a revalidarse como especie válida.

Se trata del coleóptero de mayor tamaño de Europa, puede alcanzar 8 centímetros superando a Cerambyx cerdo o Lucanus cervus que rara vez superan los 6 cm.

Esta especie es un endemismo del sureste ibérico semiárido, solo podemos encontrarla en las provincias de Almería, Murcia y Granada, siendo sus territorios muy escasos y muy amenazados por la presión urbanística y los cambios en los usos del suelo (urbanizaciones, campos de golf, etc.) y en los sistemas agrícolas (invernaderos), cada vez más intensivos y por lo general, menos respetuosos con el medio ambiente.

Sigue siendo una especie poco estudiada y si bien, sabemos que sus larvas parasitan diferentes abejas solitarias, aunque no sabemos con exactitud cuales son estas especies. En estado adulto se alimentan de hojas y flores de plantas bajas, ha sido citada alimentándose de flores de Convolvulus sp., y como vemos en la foto, también consumen las flores de Gladiolus sp.

Berberomeloe insignis está catalogada como especie VULNERABLE B1 ab (ii,iii,iv) por la UICN. Vive en terrenos muy secos con formaciones de tomillar y monte bajo sin cobertura arbórea o ésta muy escasa.

Actualmente no existen medidas de conservación de esta especie. Es necesario realizar estudios poblacionales para establecer áreas de reserva conectadas entre si por corredores biológicos en los que no se empleen productos fitosanitarios. Sería interesante además, el conocer las las especies a las cuales parasita para evaluar la salud del ecosistema en el que viven.