REFLEXIONDES DE PORQUE CRECEN ALADIERNOS BAJO LOS ALMENDROS ABANDONADOS



Los almendros abandonados (y otros árboles) ayudan al establecimiento de matorral, en este caso aladierno (Rhamnus alaternus). En primer lugar, los almendros son lugares idóneos para ser utilizados como posadero de multitud de aves, especialmente paseriformes por constituir un lugar elevado sobre el suelo con buena visibilidad. En las deyecciones de los pájaros que se posan en los almendros pueden haber semillas de distintas plantas, y puesto que el aladierno tiene una estrategia de dispersión de semillas basada en la zoocoria, ayudándose de animales, que consumen sus frutos carnosos, no es raro que sus semillas aparezcan en estos excrementos.

Por otro lado, se produce el fenómeno conocido como plantas nodriza o facilitadoras y consiste en el hecho de que muchas especies leñosas, y algunas herbáceas, se pueden beneficiar del efecto que los árboles o el matorral produce en ellas cuando crecen en su proximidad. Este efecto se produce tanto en especies arbóreas como arbustivas que facilitan la implantación de otras especies más exigentes.

Al amparo del almendro, el aladierno aprovecha el reciclado de nutrientes del mantillo y el mutualismo con micorrizas, así como la movilización de agua y nutrientes profundos. Además queda protegido de los herbívoros, el pisoteo y de los efectos nocivos de la luz y la temperatura excesivos. Así mismo, la sombra de un almendro es lo suficientemente diáfana como para permitir el paso de una cantidad suficiente de luz solar que permita el desarrollo del estrato arbustivo.

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